¿Cómo afecta la calidad del aire interior a tu salud?
Impacto de la calidad del aire interior en la salud: identificación y mitigación de contaminantes comunes

Pasamos hasta el 90% del tiempo en espacios cerrados: casa, trabajo, escuela, gimnasio…
Y aunque no lo notes, el aire que respiras dentro puede estar más contaminado que el exterior.
La
calidad del aire interior (CAI) tiene un impacto directo en tu salud, energía, concentración y bienestar.
Aquí te explico cómo identificar los contaminantes más comunes y qué hacer para reducirlos.
¿Qué es la calidad del aire interior (CAI)?
La CAI se refiere a las condiciones del aire dentro de un edificio o espacio cerrado, tomando en cuenta:
- Nivel de CO₂ (dióxido de carbono)
- Presencia de polvo, ácaros, esporas de moho, bacterias o virus
- Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs)
- Humedad y temperatura
- Olores y gases tóxicos
¿Qué es la calidad del aire interior (CAI)?
La CAI se refiere a las condiciones del aire dentro de un edificio o espacio cerrado, tomando en cuenta:
- Nivel de CO₂ (dióxido de carbono)
- Presencia de polvo, ácaros, esporas de moho, bacterias o virus
- Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs)
- Humedad y temperatura
- Olores y gases tóxicos

Principales contaminantes del aire interior


¿Cómo mejorar la calidad del aire interior?
Ventila correctamente
- Abre ventanas todos los días, aunque sea por unos minutos
- Usa extractores en baños y cocinas
- Considera sistemas de ventilación mecánica con filtración
Controla la humedad
- Mantén entre 40% y 60%
- Usa deshumidificadores en zonas húmedas
- Repara filtraciones de inmediato
Filtra el aire
- Instala purificadores con filtros HEPA
- Cambia los filtros del aire acondicionado regularmente
Evita productos contaminantes
- Usa pinturas y productos de limpieza sin químicos agresivos
- Evita aromatizantes artificiales
- No fumes en interiores
Limpieza constante
- Aspira con filtro HEPA
- Lava cortinas, sábanas y alfombras con frecuencia
- Elimina el polvo de superficies altas y ventilas

Respirar aire limpio no es un lujo, es una necesidad.
Mejorar la calidad del aire interior es una de las formas más efectivas de
proteger tu salud, prevenir enfermedades y vivir mejor.
Con pequeños cambios, puedes lograr grandes beneficios en el ambiente donde vives o trabajas.